Pasé un buen verano con mi mujer y mis hijos en un hotel de Benidorm, mi hija postadolescente se llevó a una amiga de su edad y se lo pasaron pipa. Yo lo recuerdo cómo "las vacaiones de Elisa" pues así se llama mi hija de 20 años, una niña.
Me hace gracia que en el hotel de Benidorm tuviéramos una habitación familiar rentada que era realmente cómo un apartamento, el dormitorio de matrimonio para mi mujer y para mi, tenía el baño dentro y para salir a la ducha te dirigías por un pequeño pasillo que daba, iluminado por una tranquila ventana, a ese reservado. Una puerta corredera daba a un pequeño salón pero muy cómodo e iluminado siempre para aprovechar la luz natural, parecía más grande de lo que era por sus colores balncos en cortinas, muebles y paredes. El color blanco da mucho espacios, eso lo sé sin estudiar decoración de interiores pero cómo me extienda en explicarlo la gente me preguntará que qué he estudiado, porque esas son las distintas ideas que van navegando en la mente de los españoles sobre todo en vacaciones, que si sabes de algo será porque tienes estudios sobre ello y de otra manera es posible que estés borracho a las 11 de la mañana.
Las vacaciones de Elisa. Algún día escribiré sobre el tema. Ella y su amiga Ane se divertían en su propio espacio, mi hijo no se vino con nosotros. Le dejamos la casa a su aire, y no preguntamos cómo se había divertido. Hay que dar libertad a los hijos, sobre todo a los hijos varones.
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